En un momento en que la arquitectura se enfrenta a desafíos técnicos, normativos y sostenibles, se hace cada vez más necesarios y complejos, una dimensión esencial, que a menudo se olvida : la humana.
En nuestro despacho, estamos convencidos de que la arquitectura no solo debe responder a estándares funcionales o estéticos, sino también a las emociones, necesidades y experiencias de quienes habitan los espacios. Por eso, uno de nuestros principales compromisos es humanizar la arquitectura.
Arquitectura que piensa en las personas
Diseñar espacios no es solo proyectar volúmenes, estructuras o materiales. Es también hacerse preguntas fundamentales:
- ¿Cómo se sienten las personas en los lugares que habitamos?
- ¿Qué necesitan para trabajar, vivir, sanar o aprender mejor?
- ¿Qué es el confort cuando hablamos de arquitectura?
- ¿Qué significa bienestar desde una perspectiva espacial?
Estas preguntas nos llevaron recientemente a abrir un espacio de reflexión en nuestras propias oficinas, de la mano de dos profesionales que admiramos profundamente: Marta Odriozola, del Club Facilitación LEGO® SERIOUS PLAY®, y Anaïs Eriauld, de ATMOSFERAS. Con ellas trabajamos conceptos tan cruciales como el bienestar, el confort y la empatía, aplicados a nuestra metodología AQ (Arquitectura que Cuida).
La metodología AQ: espacios con propósito
Nuestra metodología AQ nace de la necesidad de diseñar espacios con propósito. No partimos únicamente de las necesidades técnicas del encargo, sino del análisis profundo del uso real, de las dinámicas humanas que van a tener lugar en ese entorno. ¿El resultado? Una arquitectura que conecta con quienes la viven, una arquitectura que cuida.
En ese proceso, herramientas como LEGO® SERIOUS PLAY® nos permiten representar ideas abstractas de forma tangible, explorar emociones, desbloquear creatividad y visualizar cómo queremos que se sientan las personas en los espacios que proyectamos. No se trata solo de innovación metodológica, sino de un cambio de enfoque: pasar del «qué hacemos» al «para quién y cómo lo hacemos».
Diseñar desde la empatía
Humanizar la arquitectura es también hacerla más cercana, más consciente y más responsable. No se trata de “suavizar” los proyectos, sino de poner a las personas en el centro: sus cuerpos, sus relaciones, sus rutinas, sus vulnerabilidades. Porque un hospital, una escuela, una vivienda o una oficina no se viven igual para todas las personas, y ese matiz lo cambia todo.
Esta forma de pensar transforma nuestros procesos, desde la primera reunión con el cliente hasta la entrega final. El diseño deja de ser un acto unilateral para convertirse en un proceso compartido.
Una reflexión en marcha
El encuentro con Marta y Anaïs no fue solo una sesión de trabajo, sino una invitación a seguir cuestionándonos. A ponerle nombre a lo que muchas veces intuimos, pero no verbalizamos: que la empatía también se proyecta. Que los espacios nos afectan y que podemos (y debemos) diseñar con responsabilidad emocional.
Desde aquí, queremos agradecerles por acompañarnos en este reto. Y, sobre todo, por ayudarnos a seguir haciendo de la arquitectura una herramienta al servicio del bienestar colectivo.
Porque al final, la arquitectura también debe sentirse.
Si estás buscando un equipo de arquitectos, estaremos encantados de asesorarte en la mejor solución. Juntos, podemos dar vida a proyectos arquitectónicos que te deleiten y generen resultados excepcionales.
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